Uno de cada seis contratos en julio no duró ni una semana y la media de duración de los contratos es la más baja de julio, con apenas 45 días

Uno de cada seis contratos que se firmó en julio en España duró menos de una semana. En concreto, el 18,8 % de los contratos de ese mes no llegaron a 7 días. Esto está directamente relacionado con las bajas que la Seguridad Social registra cada viernes, y que “nos hace pensar que siguen vigentes las peores prácticas laborales anteriores a la reforma incompleta”, sentencia Joaquín Pérez, secretario general de USO.

Descanso semanal sin pagar o a costa de las prestaciones públicas, si el trabajador tenía derecho a ellas. Si bien el porcentaje es menor que en julio de 2019 (25,3 %), ha crecido ligeramente sobre el año pasado, ya con la reforma en vigor (18,2 %) y, lo que es peor, julio de 2023 es el peor de la serie en cuanto a duración media de los contratos.

“Vemos un aumento significativo de la contratación indefinida en 2022 y 2023 en cuanto a porcentaje”, indica Pérez. “Sin embargo, que un contrato se firme como indefinido no quiere decir que, a la larga, se mantenga esa relación laboral estable”.

Porque, de hecho, en julio de 2023 los contratos duraron, de media, 45,27 días. Menos que en 2019 (47,05) y menos que el mejor julio de estos últimos años, que curiosamente fue en plena pandemia (53,33 días en 2020). Son, todos estos, datos recabados por el Gabinete de Estudios de USO en el “Análisis socioeconómico: paro, contratación y empleo” del mes de julio.

“En 2019, se firmaban solo un 8,5 % de contratos indefinidos, frente al 39,6 % de este año y al récord de 2022, 41,4 %. Pero está demostrado que no es una cuestión de nombre, sino de la filosofía de precariedad del mercado laboral. Es necesaria más contundencia en la vigilancia del fraude y legislar de cero un despido más garantista, recuperar los derechos perdidos en este aspecto en las tres últimas reformas laborales”, reivindica el secretario general de USO.

Menos horas a la semana con más personas trabajando

Según los datos de la Contabilidad Nacional del segundo trimestre de 2023, al fin se han recuperado las horas de trabajo que había en 2019. Era una estadística llamativa, teniendo en cuenta que los afiliados a la Seguridad Social sí crecían, pero no se alcanzaba el nivel de horas trabajadas.

¿Qué nos preocupa de esto? Cada persona trabaja hoy menos horas que hace cuatro años: 408 frente a 419. Se han recuperado las horas trabajadas, pero con más trabajadores. Y la jornada media semanal cae en una hora, hasta las 31,3.

“Los contratos que más crecen son los de jornada parcial y los fijos discontinuos, que es una jornada parcial en cuanto a horas totales al mes o al año. No sería un problema si fueran jornadas parciales deseadas o si el nivel salarial del país permitiera llevar una vida digna con 30 horas a la semana. Sin embargo, no hace falta que calculemos cuánto es una jornada parcial con respecto al SMI y cómo se puede vivir con la mitad del salario mínimo”, expone Joaquín Pérez.

“Esto nos lleva, una vez más, a reiterar que debemos replantearnos, en un nuevo escenario de procesos más automatizados, de cuánto debe ser la jornada completa. Si en 2008, cuando más cerca estuvimos del pleno empleo, la jornada real media era de 32,9 horas, y ahora apenas sobrepasa las 31 con más cotizantes a la Seguridad Social que nunca, la jornada completa legal y la real deben acercarse para que los salarios se dignifiquen”, manifiesta el secretario general de USO.