USO-Sector Aéreo ha vuelto a denunciar los incumplimientos de la aerolínea Ryanair en nóminas, Seguridad Social y fiscalidad. USO y Sitcpla alcanzaron en el mes de enero un acuerdo con Ryanair en el que, entre otros asuntos, se comprometían a aplicar la legislación laboral española a los 1.800 tripulantes de cabina de pasajeros con base en España, así como a la conversión de los contratos de agencia por contratos directos con Ryanair.

Seis meses después, Ryanair sigue sin cumplir este acuerdo que marcaba el 1 de febrero como fecha límite para realizar las primeras 400 conversiones de contratos. Algunas de las altas en la Seguridad Social se han realizado meses después, incluso en el mes de mayo, y se han realizado con semanas de diferencia entre la fecha de alta y la de efecto.

Además de este incumplimiento, muchos de estos 400 trabajadores que han visto cómo sus contratos pasaban a Ryanair han recibido nóminas inferiores a los 100 euros. Ryanair no comunicó a la Hacienda irlandesa la contratación directa de estos trabajadores, aplicando sobre sus nóminas el impuesto de emergencia -emergency tax-, pasando a aplicarse una base impositiva del 20% al 40%.

Las nóminas que han recibido estos trabajadores no se ajustan a la legalidad española -deben estar en español o, al menos, en español e inglés- y muchos de los conceptos que han de quedar reflejados o no aparecen o no se han abonado como, por ejemplo, el premio de servicio (33,33 euros), un abono que se hace a los trabajadores para pagar el uniforme, la prueba médica de TCP y la identificación aeroportuaria.

USO denuncia que hay TCP que llevan dos meses sin cobrar nóminas mínimas adecuadas para tan siquiera sobrevivir y la empresa ni responde a la gente afectada ni ofrece ninguna solución al problema. La única decisión adoptada por la irlandesa ha sido adelantar la paga de bonus porque había trabajadores que este mes no tenían dinero para vivir, ya que la Hacienda irlandesa, al considerarlos no residentes no les devuelve los excesos hasta el mes de diciembre.

A esta complicada situación para la plantilla se suma el hecho de que parte de la tripulación sigue en situación de cesión ilegal de trabajadores, lo que está generando una tensión innecesaria para la tripulación, contemplándose posibles huelgas para verano. Además, la falta de acción por parte del Gobierno español, en concreto el Ministerio de Trabajo, y el Director General de Trabajo, está dejando a los trabajadores en una situación de indefensión total y absoluta. Es incomprensible que una empresa que factura más de 1.000 millones de beneficio neto como Ryanair no sea capaz de respetar y aplicar la legislación del país donde tiene basados a su tripulación y que el Gobierno y las instituciones no intervengan.