Desde la constitución del Gobierno de Pedro Sánchez la pasada semana, tras la incorporación de 11 mujeres al Consejo de Ministros, se aprecia una gran intención de involucrar a la mujer en igualdad de condiciones en la participación en la política de nuestro país.

Además de esta incorporación de mujeres tan novedosa y pionera, tanto en el Gobierno español como en los europeos, formados la mayoría de ellos por hombres, las noticias más recientes desvelan la continuidad de este nuevo Gobierno en la intención de eliminar la brecha salarial de género en las empresas españolas, trabajo que ya el anterior Gobierno había comenzado a desarrollar con los agentes sociales.

Desde USO felicitamos al nuevo Ejecutivo por incluir una mayoría femenina en la composición del Gobierno, por la visibilidad que se dará a la mujer en la vida pública y política y por la intención de proponer medidas reales para intentar acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres. No obstante creemos que estas medidas no deben ir solo enfocadas a empresas de más de 250 trabajadores, ya que según los últimos datos, de los 2,8 millones de empresas que componen el tejido empresarial en España, más de 1,3 millones son pequeñas o medianas empresas y de estas, 1,1 millones son microempresas (de 1 a 9 asalariados).

“Por lo tanto, estas medidas para eliminar la brecha de género no se deben limitar simplemente a regular la brecha salarial en empresas de más de 250 trabajadores, sino que hay que tener en cuenta las características del mercado empresarial español y tomar medidas que no dejen fuera a la gran mayoría de las empresas, y por consiguiente a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de este país”, defiende Dulce Mª Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Además de la importancia de acabar con la brecha salarial de género, tal y como se recoge en las líneas de acción aprobadas por el 11 Congreso Confederal de USO, las medidas para la eliminación de la precariedad laboral femenina han de pasar también por eliminar el techo de cristal y posibilitar la incorporación de la mujer a puestos de alta dirección; la implantación de medidas reales de conciliación de la vida laboral y familiar que incorporen al hombre en igualdad de condiciones a involucrarse en el cuidado de la familia, a través de los permisos de maternidad y paternidad igualitarios e intransferibles, con el fin de eliminar el papel de cuidadora que se ha asignado a la mujer históricamente en nuestro país. Además, es necesario que se revisen los horarios de trabajo españoles y que las jornadas concluyan no más allá de las 6 de la tarde como en la mayoría de los países de Europa.

“Todas estas medidas, unidas a un programa de educación por y para la igualdad de niños y niñas desde la edad infantil y el control de los medios de comunicación con la eliminación de programas y de campañas publicitarias sexistas tienen que ir de la mano para conseguir una igualdad de oportunidades real y efectiva entre hombres y mujeres, y que no quede todo supeditado a planes de igualdad de grandes empresas, sino que se incorporen este tipo de medidas en convenios colectivos sectoriales, para que se tengan que hacer planes de igualdad en todas las empresa, y que no se deje fuera de este proyecto a la gran mayoría de las empresas y de los trabajadores del país”, concluye Moreno.