El secretario general de USO presentó datos a la Comisión de Trabajo del Congreso sobre la evolución del mercado laboral tras la entrada de la reforma
El secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha comparecido ante la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso de los Diputados para presentar el análisis de USO sobre el mercado de trabajo actual y presentar propuestas para mejorarlo. En su intervención, Pérez ha desgranado datos del Informe sobre el mercado del trabajo en España tras la Reforma Laboral de 2022, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO. En función de estos, lamentó que “hemos mejorado los números, pero no la calidad del empleo. Hay puntos positivos, como que tenemos la cifra más baja de paro desde 2008 y que ha descendido en todos los sectores y comunidades autónomas. Además, se firman un 40 % de contratos indefinidos cada mes, aunque esto veremos que no es tan positivo”.
El secretario general de USO ha recordado al comienzo que “traemos solo estadísticas oficiales, datos rigurosos, y se los presentamos gobierne quien gobierne, tanto aquí como en comunidades autónomas”. Una independencia sindical que ha reiterado tras el intento, por parte de los representantes de los grupos parlamentarios en la Comisión de Trabajo, de utilizar la comparecencia para enviarse mensajes entre ellos: “no damos opinión política, solo presentamos los datos y no nos lo inventamos, vienen de la EPA, del SEPE, de la Seguridad Social”.
Y ha sentenciado: “somos el único sindicato que se ha manifestado contra las tres últimas reformas laborales, con una huelga contra las dos del PP y frente al Congreso por esta”.
Conocer el problema del paro
Precisamente, sobre los propios datos se extendió Joaquín Pérez, pidiendo una presentación más clara para poder conocer realmente la dimensión del paro y atajarlo con medidas más eficaces. Así, “necesitamos cambiar las clasificaciones para saber, sencillamente, cuántas personas no están trabajando. Luego ya separaremos, pero necesitamos datos ajustados a la realidad para hacer políticas específicas para esa gente”.
Porque, expuso, “un 41 % de las personas inscritas como demandantes de empleo no se consideran paradas. Y ahí figuran personas que, efectivamente, no trabajan, como las sujetas a ERTE, fijos discontinuos en período de inactividad, parados en formación o beneficiarios de subsidios especiales. Por ello, en mayo, había 4,168 millones demandantes de empleo, pero 2,454 millones de parados registrados. Y esos 1,7 millones de demandantes son un 29 % que antes de la reforma laboral de 2022”.
Contratación inefectiva
El secretario general de USO lamentó que el aumento de la contratación no se traduzca en empleo. “En todo 2024, se firmaron en España 15,450 millones de contratos. Pero hacen falta 30 contratos al año para un alta neta en la Seguridad Social. Si el 40 % de esos contratos fueran realmente indefinidos, en dos meses y medio terminábamos con el paro en este país. O el último dato, el de mayo: 1,330 millones de contratos; de ellos, 553.000, indefinidos. Y, sin embargo, el desempleo baja en 53.000 personas. Otros meses, de hecho, incluso sube con este volumen de contratación”.
Esto puede entenderse porque “2 de cada 5 contratos temporales duran menos de una semana. Y, si vemos las altas en la Seguridad Social de lunes a viernes, ya vemos que hay un problema grave. Los contratos indefinidos a tiempo completo no llegan al 18 %, son 223.000 en el mes de mayo. Insisto, y ojalá se quedaran contratados. Sería el principio de la solución”.
Trabajadores pobres
Con estos datos, el secretario general lamenta que “en España, tener un empleo ya no es sinónimo de una vida digna. El 11 % de quienes trabajan son pobres. Y esto afecta, sobre todo, a la infancia: un problema que no se repite en voz alta lo suficiente. Tenemos la mayor tasa de pobreza infantil de la Unión Europea, con el 34 %”.
Uno de los principales problemas para la creación de empleo radica en que no se trabaja más que antes de las crisis. Es más, Joaquín Pérez destacó en su alocución que “hay el mismo número de horas cotizadas que en 2007. Pero tenemos 1.150.000 personas trabajando más que entonces. Se está troceando el empleo, algo que vemos también en el incremento del pluriempleo: se ha incrementado en un 7 % desde la reforma laboral. A mucha gente, un trabajo no le da para vivir, no es que le guste trabajar más”.
Más temporalidad y más parcialidad
Uno de los principales objetivos de la última reforma laboral era rebajar la temporalidad. Sin embargo, a la luz de los datos, “no ha acabado ni con la temporalidad ni con la parcialidad. En todo 2021, la duración media de los contratos firmados fue de 53,36 días. Tres años después, ha sido de 45,23 días. Los contratos duran hoy de media 8 días menos que antes de la entrada en vigor de la reforma laboral”.
Pero, en contrapartida, se siguen realizando millones de horas extras que quedan impagadas: “el 40 % de las horas extras en este país ni se retribuyen ni se compensan con vacaciones. Un perjuicio para los trabajadores, pero también un fraude para las cotizaciones”.
Incumplimientos europeos
Joaquín Pérez recordó durante su comparecencia que la reforma laboral se aprobó para cumplir con los compromisos dictados desde Bruselas. Sin embargo, no se ha hecho lo mismo con otras reclamaciones hechas desde la Unión Europea y que España, por el momento, desoye.
Es el caso de modificar “las indemnizaciones por despido, atajar la temporalidad en el sector público, que duplica a la del privado, o retribuir el permiso de cuidados de 8 semanas. La multa por no hacerlo se eleva ya a más de 10 de millones. Además, España es el único país de la UE que no ha transpuesto la directiva de condiciones transparentes y predictibles. Esta directiva prevé cosas tan necesarias como que todas las condiciones de un contrato deben quedar por escrito. Entre ellas, el período de prueba”.
Lucha contra la siniestralidad
El secretario general de USO remarcó por encima de todos los defectos del trabajo en España la siniestralidad. La pérdida de vidas en el trabajo es, por encima de cualquier otro debate, el más inasumible: “cada año, en torno a 700 fallecidos, cifras vergonzosas”.
Por ello, no podemos mostrar más que “nuestra firme oposición a esa propuesta de incorporación paulatina al puesto de trabajo tras una baja médica. Esto no es más que un retroceso en derechos laborales, además de ser bastante peligroso”.
Mejoras en la jubilación parcial
En su repaso de la actualidad de las condiciones de trabajo y legislación laboral, Joaquín Pérez se refirió a las últimas modificaciones de acceso a la jubilación parcial y a los contratos de relavo.
El dirigente de USO valoró que “tiene aspectos muy positivos. Pero echamos de menos que se tengan en cuenta aquellos sectores en los que tienen jornadas parciales, ya que, con las nuevas condiciones, no se podrán acoger a la jubilación parcial”. Y recordó que se adjuntaba a la documentación entregada a los grupos propuestas de enmiendas para mejorar estos aspectos y que la nueva norma beneficie al mayor número de personas posible.
El IPC se come los salarios
Otros aspecto que Pérez destacó ante la Comisión de Trabajo como positivo fueron las sucesivas subidas del SMI. No obstante, recordó que no ha sido suficiente. “Tanto esas subidas que recuperaron los salarios en 2023 y 2024, como las firmadas en la negociación colectiva, se las han comido los suministros, la vivienda y otros productos básicos. Tenemos una gran pérdida de poder adquisitivo acumulada desde 2007”.
Con este punto, finalizaba el secretario general de USO su exposición ante los grupos que componen la Comisión de Trabajo. Tras la ronda de intervenciones, aclaraciones y preguntas por parte de estos, Pérez tomó de nuevo la palabra para ampliar los datos requeridos.
Cómo se despide en España
Entre los vacíos que ha dejado la reforma laboral, el secretario general de USO señaló como uno de los principales el no haber modificado nada en las condiciones de despido. Esto ha abierto el camino a otras formas de despedir para bordear la supuesta prevalencia del contrato indefinido, indicó en la Comisión de Trabajo.
“Las bajas voluntarias se han multiplicado un 158 % desde la reforma laboral; los despidos disciplinarios, un 145 %; no superar el período de prueba, que es la forma de despedir gratis. O sea, hoy los trabajadores se portan mucho peor en el trabajo que antes de la reforma laboral o son más torpes. Es el nuevo despido fraudulento, y ahí están los datos de Inspección de Trabajo: un 656 % de aumento”.
Y reiteró, ante las intervenciones que hablan de la mejora en la temporalidad y la rotación: “hay datos que no se pueden negar. Se ha mejorado en otras cosas y el mercado laboral antes tenía otros males que se han corregido, pero las cifras están ahí: desde la reforma laboral, se han firmado 30 millones de contratos. Si solo se hubieran mantenido el 10 %, ya no tendríamos paro. Esto evidencia que sí hay una alta rotación, entradas y salidas, en el mercado laboral. Y, es más, que hay gente que firma dos o tres contratos indefinidos al mes”.
Por último, sobre un hipotético recorte de derechos sindicales con la eliminación de los comités de empresa en aquellas con menos de 250 trabajadores, Joaquín Pérez se reafirmó en que “siempre nos van a tener enfrente cuando se ataca la negociación colectiva. Precisamente es en las pequeñas empresas, donde no hay representación sindical, donde los trabajadores son más precarios y vulnerables”.
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